domingo, 16 de agosto de 2009

Idea para un cine abstracto


Grito desgarrador entre figuras oscuras y tenebrosas. Una boca grita con desesperación, manos que rasguñan paredes, dolor y espanto. Un baldazo de pintura roja lo cubre todo… calma y paz… imagen cálida y una pianola sonando dulcemente. Una boca gigante ocupa todo el espacio, sus dientes arcillosos empiezan a descomponerse rítmicamente, al compás de un ruido, mezcla de engranaje y rozamiento insoportable. Otro grito desgarrador. Mujer golpeada y violada, un cúmulo de jueces miran atentamente y al terminar la violación, hacen un silencio insoportable, se miran, asienten y ponen su puntuación levantando los cartelitos que tienen en sus manos. Breves comentarios ininteligibles. Segundo participante: golpea desmedidamente a un animal o a un niño. Se ven las caras inmutables de los jueces, mientras se escuchan los gritos. Puntuación: ocho, nueve y nueve cincuenta. Aplausos, la gente de pie, muchas manos aplaudiendo. ¡¡Bravoo!!.
Una cola de suicidas. Aproximadamente de una cuadra. Todos para tirarse de un acantilado, cada uno tiene el numerito en su mano. Los van llamando. Una pila de cientos de hombres y mujeres ya se ha suicidado. Se aleja la cámara. Es un cuadro, viviente. Un hombre sentado en una silla lo contempla con cierta alegría. El ruido insoportable del sorbete bebiendo. Los dientes mastican muchos pochochos. Habla de los períodos artísticos.
Una fonola que suena y un acordeonista que toca. Basado en hechos reales.

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